Reingeniería de procesos (humor)

La semana pasada llevé a unos amigos a un viejo restaurant que no visitaba hace mucho. Noté de inmediato que el mesonero que nos atendía tenía una cuchara en el bolsillo, lo que me pareció un poco extraño. Luego de ver a otros mesoneros, me di cuenta que todos llevaban una cuchara.

Cuando el mesonero trajo la sopa, no aguanté la curiosidad y le pregunté “¿por qué la cuchara?”. “Bueno”, me contestó, “los dueños del restaurant contrataron a una empresa consultora para que revisara nuestros procesos. Luego de meses de análisis, concluyeron que la cuchara es el utensilio que con más frecuencia se cae, a una tasa de unas 3 cucharas caídas por hora. Al llevar cada uno de nosotros una cuchara, estamos mejor preparados para reducir el número de viajes de regreso a la cocina a buscar otra, con lo cual ahorramos unas 15 horas hombre por turno”. Quedé impresionado.

Un rato después, noté que el mismo mesonero tenía un hilo guindando de la bragueta. Nuevamente pude darme cuenta que todos los mesoneros lo tenían. Cuando trajo el plato principal, le pregunté “¿y el hilo, por qué?”. “No mucha gente es tan observadora”, me contestó en voz baja. “Resulta que en el mismo estudio que mencioné, también se detectó que se podía ahorrar mucho tiempo en el baño. Al atar ese hilo a la punta de usted sabe que, podemos halarlo sin tocarlo, y así eliminamos la necesidad de lavarnos las manos al salir, reduciendo el tiempo en el baño en un 73,6%”.

“Después de sacarlo, ¿cómo lo meten de regreso?” pregunté con curiosidad.

“Esa parte no nos la explicaron” contestó susurrando. “Yo no se como hacen los demás…yo, utilizo la cuchara”.