En estos tiempos tan difíciles se requiere de mayor habilidad que la cotidiana para poder vender, los compradores serán más exigentes al momento de intercambiar su dinero por algún artículo, entonces es imperativo el quitarse la imagen del vendedor terco, aquel que andaba de puerta en puerta con sus enciclopedias y adoptar la imagen de un verdadero asesor.
Hay que dejar que el cliente sienta que está comprando, no que le estamos vendiendo. Volviendo a la naturaleza humana, es normal que cuando alguien nos dice algo que no nos gusta o nos incomoda, nos pongamos a la defensiva, en ese momento, el cliente puede levantar una barrera en contra de tu producto, tienda o incluso ante ti.
Un buen asesor sabe escuchar y ofrecer al cliente la mejor solución, recuerda que cuando alguien quiere comprar algo es porque necesita satisfacer una necesidad o resolver un problema, entonces ¿Porqué no tomarnos el tiempo de indagar lo que realmente el cliente está buscando?
Si realmente quieres que tu cliente sepa lo importante que es para tu negocio, sigue estos 4 puntos.
1.- Permite que hable. Trata lo más que puedas de aguantarte las ganas de hablar y hablar de lo bueno que es tu producto, por el contrario permite que tu cliente sea quien hable. Si te permites escucharlo podrás saber en realidad lo que busca.
2.- Si tiene dudas, acláralas. No dejes nada al azar, lleva siempre contigo todo lo necesario para que a tu cliente no le quede duda de lo bueno que es tu producto o servicio. Si no tienes la respuesta dile con confianza que no sabes, pero que te de la oportunidad de investigarlo.
3.- Si prometes algo, cúmplelo. Fácil, si en el punto anterior el cliente te hizo una pregunta sobre tu producto o servicio que no pudiste aclarar, llegando a tu negocio investiga la respuesta y envíala por mail.
4.- Nunca hables mal de la competencia. Si tu cliente dice que el producto de la competencia es mejor que el tuyo, mejor quédate con las ganas de hablar mal de ellos